“En algún momento en mi juventud en mi casa siempre se hablaba de Dios, pero yo lo fui descubriendo más adelante en los 90, y ya por ahí en el 92 tuve un despertar donde Cristo definitivamente me cambió el corazón de piedra que traía y me puso su corazón”, expresó durante una entrevista con el artista cristiano Marcos Witt.
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La intérprete de la canción “Equivocada” describió ese momento decisivo como una experiencia de oración en la que sintió la presencia de Jesús de manera tangible. Indicó que fue un instante de gran impacto espiritual, en el que tuvo una visión clara de Él, lo que consolidó su compromiso con la fe.
El testimonio alcanzó su punto culminante cuando, según ella, Jesús le pidió permiso para entrar de forma más profunda en su vida. “Él metió sus manos en el centro de mi pecho, como pidiéndome permiso, y una persona del otro lado me dijo “dáselo”, y entonces de ahí todo cambió”, explicó.
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Esto ha inspirado a sus seguidores, quienes han expresado su admiración por la manera en que Thalía entrelaza su éxito profesional con una fe que, según sus palabras, ha sido un ancla esencial en su vida desde entonces.
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