Todo lo que debes tener en cuenta si usas una crema hidratante

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EUROPA EXPRESS –  Son pocas las personas que no emplean cremas hidratantes en su día a día pero, ¿crees que empleas la adecuada? ¿Cuándo debemos usarlas? ¿Son mejores las que más dinero cuestan? ¿Debo usar hidratante si tengo la piel muy grasa? Esta y otras cuestiones vamos a intentar resolverlas con ayuda de la presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética Petra Vega.

En una entrevista con Infosalus, esta experta recuerda que la función de las cremas hidratantes es la de mantener la hidratación de la piel porque esta, en contacto los agentes externos (frío, calor, aire, sol…) va perdiendo la humedad de las últimas capas de la piel. «La importancia de una hidratante es la de mantener esa barrera, que se llama ‘hidrolipídica’, y conservar en definitiva la suficiente agua para que la piel no pierda esa hidratación que necesita para poder cumplir con todas sus funciones», explica.

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Tenemos un gran porcentaje de agua en todo el cuerpo y el que hay en la piel es importante, según prosigue. Aquí precisa que hay diferentes tipos de piel y no vale cualquier hidratante en el día a día, sino aquellas que se enmarquen dentro del cuidado de nuestro tipo de piel: grasa, seca, mixta, o piel compleja (aparentemente parece una piel grasa por su aspecto aceitoso y poroso pero cuando se analiza bien les falta hidratación).

Otro aspecto a tener en cuenta sobre las cremas hidratantes, refleja la doctora Petra Vega, es que nuestra piel evoluciona con el paso del tiempo, y va envejeciendo como el resto del cuerpo. Esto no significa que por que hayamos nacido con una piel seca o grasa, con la edad, o por nuestras circunstancias personales, o fruto del estrés, la piel no puede cambiarnos. «Por eso es tan importante a la hora de emplear una hidratante el analizar qué tipo de piel tenemos en cada etapa de la vida», subraya.

¿En qué debemos fijarnos? La clave se encuentra en los excipientes, según aclara la presidenta de SEME: «Los factores hidratantes que va a tener una hidratante serán los mismos en todos los tipos de cremas hidratantes, pero lo que variará para una piel seca o grasa será el excipiente que facilita o no la hidratación de esta piel».

Por ejemplo, dice que si a una piel seca probablemente le ponemos una crema hidratante para pieles grasas esa hidratación no le llegará por el tipo de excipientes que contiene. «Los excipientes hacen que los factores activos hidratantes puedan pasar a la epidermis e hidratarla. Esta es la diferencia, muchas veces, entre una gran crema y otra sin más», confirma la especialista.

Aquí recuerda que no siempre las cremas más caras son las mejores, y rechaza también las cremas muy baratas. «Toda botella de vino que pasa de 100 euros no es mejorable. Tampoco con las hidratantes se pueden hacer maravillas. Las hidratantes tienen que ser correctas, y estar muy bien formuladas; no esos principios activos tan atractivos de caviar o de oro.

Puede haber una crema económica muy adecuada para todo tipo de piel y muy bien formulada, pero el precio por si mismo no determina la bondad de la crema. Se ha de ver que laboratorio hay detrás, y no tiene por qué ser el más caro, puede ser barato y muy buena la crema», subraya.

La doctora Vega, eso sí, aconseja huir de cremas muy baratas cuyo precio ni siquiera se corresponde con el envase que llevan, y a la hora de escoger una crema ser capaz de analizar y de ser críticos.

«Hay que tener en cuenta que una buena crema lleva trabajo detrás y complejidad en su formulación, por lo esto en una hidratante de dos euros no es posible. Así que es importante mirar qué laboratorio hay detrás, qué confianza nos da, y cómo está formulada la crema», sostiene.

Y ante la duda, por supuesto, esta doctora recomienda siempre consultar con un experto, con un dermatólogo o médico estético, que conozca bien la piel. «Contar con consejo es importante porque muchas veces la hidratante se nos queda obsoleta. Hay que tener en cuenta que una piel que hasta el momento se comportaba como grasa se puede volver seca o viceversa, y nos pueden aparecer otros problemas o patologías nuevas; puede cambiar nuestra piel con el paso del tiempo.

¿SI TENEMOS PIEL GRASA DEBEMOS USAR HIDRATANTES?

Uno de los principales mitos que Vega desea desterrar es la idea de que las pieles grasas no precisan de hidratación. «Que tenga mucho sebo no significa que tenga mucha agua. Son cosas distintas», advierte la presidenta de la SEME.

Sí que reconoce que una piel grasa «siempre va a estar más protegida frente a los agentes externos que una piel fina», pero esto no quiere decir que debajo de esa capa de grasa la piel esté hidratada.

«Hay que mirar bien la hidratación de esa piel. Hay un error que se encuentra mucho también que pacientes con la piel grasa, como no quieren tenerla, están todo el día lavándosela para que se les seque la piel. Entonces, la piel fabrica más grasa en defensa. Con lo cual es mejor tener una rutina sencilla, mantenerla bien limpia e hidratarla para que esta hidratación haga que la piel no note que está muy irritada y necesita más grasa», subraya.

¿CADA CUANTO EMPLEAR LA HIDRATANTE?

En última instancia, la doctora Petra Vega hace referencia a cómo debe ser ese uso de las cremas hidratantes. Indica que dentro de una rutina diaria el primer paso que debemos seguir es el lavarnos la cara con agua, sin usar limpiadores, y ahí aplicar una crema hidratante «porque salimos al mundo, al exterior», así como un protector solar, dependiendo de la época y de la latitud en la que nos encontremos. Incluso si nos encontramos en ambientes muy fríos o secos conviene volver a  aplicar la hidratante, apostilla.

Ya por la noche, según continúa esta especialista en Medicina Estética, sugiere que lo recomendable es limpiarla muy bien con agua y con jabón, o con cremas limpiadoras, a través de una limpieza exhaustiva. La noche, además, es el momento en el que se deben aplicar los productos tratantes sobre la piel, con los ácidos o incluso alternarlos con nutrientes específicos según la edad.

«Podemos poner todo lo que son ácidos en la piel limpia, con las sustancias nutritivas. En las personas más jóvenes se puede emplear la misma hidratante de la mañana si no hay necesidad de poner otro tipo de sustancias», añade.

Aquí precisa que por la mañana solo se debe lavar con agua la cara, no con jabones ni con otros productos, porque no es necesario retirar tan exhaustivamente las sustancias tratantes que por la noche nos hemos aplicado. «Por la noche sí debemos limpiar la piel porque siempre estará sucia de haber estado expuesta al aire libre», subraya.

¿CUÁNDO EMPEZAR CON CREMAS ANTIEDAD?

En este contexto, la doctora Vega aconseja que ya desde adolescentes conviene empezar a cuidar la piel, y coger la rutina de cuidados, con los productos específicos y adecuados a las mismas, para que a los 30 años la piel llegue en sus mejores condiciones.

«A partir de los 20, según el tipo de piel, podemos emplear productos antiedad menos potentes, pero sí empezar a cuidar la piel, que al fin y cabo es lo que tenemos todo el día expuesto y mantenerlo en unas condiciones idóneas de hidratación ayudará a que nuestra piel y medio interno se encuentren mejor», defiende.

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