El autismo que sufre Santiago, el primogénito de Luz Elena González, nunca ha sido un secreto; por el contrario, la actriz siempre ha sido abierta de hablar del tema y ha participado en diversas organizaciones que ayuden a los niños con discapacidad a tener una mejor calidad de vida. También ha luchado porque exista mayor comprensión hacia las personas, que como su hijo, tienen alguna condición de este tipo y confiesa que no es fácil poder sobrellevar esta situación.
“Como mamá de un niño con una discapacidad siempre estás con la preocupación y ocupación de hacer cosas en la que él se pueda desarrollar; sea independiente y autosuficiente porque me queda claro que no voy a estar toda la vida con él para poderlo ayudar”, confesó a los medios de comunicación durante un evento para una asociación que ayuda a niños con discapacidad. “Trato de hacer lo mejor que puedo. Para vivir la discapacidad nunca estás preparado. No te lo esperas, puedes trabajar, pero nunca piensas que te puedo llegar a pasar”.
La intérprete de Soledad Chole Pascual Gama en el melodrama Mi fortuna es amarte revela lo que vivió cuando supo que su vástago sufría autismo. “Para mí si fue doloroso; fueron meses y algunos años de tener terapia psicológica, incluso, psiquiátrica porque creí que era muy fuerte”, mencionó. “Estoy muy agradecida con Dios y con la vida porque, dentro de todo, mi hijo tiene su discapacidad pero está sano”.
La artista sabe que es una lucha diaria y debe preparar a su hijo para los retos que debe enfrentar. “Con mucha ayuda, trabajo, terapias ha salido adelante; cada vez es mucho más autosuficiente e independiente, pero también es un niño muy inocente; porque es un niño y siempre va a ser un niño; tenga 40 o 50 años siempre va a ser un niño, un alma buena y pura, y, obviamente, hay que enseñarle cómo es la vida, a lo que se puede enfrentar. Esa es la preocupación”, expresó.
Luz Elena González aboga por la tolerancia y comprensión a las personas autistas, quienes deben enfrentarse a la discriminación por su condición. “Nos seguimos enfrentando al rechazo, a la agresión, a la poca consideración y a la exclusión de la sociedad”, advirtió. “Es una discapacidad que, en muchos casos, que no es notoria físicamente; entonces, ven comportamientos de ciertas personas o niños y lo primero es juzgar”.
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