Anticipo de los diarios de Amy Winehouse: secretos, pasiones y turbulencias de una niña indomable

Amy Winehouse

INFOBAE –   Este 29 agosto, llegará al mercado In Her Words, una recopilación de los diarios que Amy Winehouse escribió a lo largo de su vida. El libro es una celebración de la vida y obra de la cantautora británica en vísperas del que sería su cumpleaños número 40. Sus padres, Mitch Winehouse y Janis Seaton, fueron los encargados de curar esta obra, y a tan sólo unos días de que salga a la luz, han anticipado un primer vistazo sobre el contenido de In Her Words.

Fue a través de el periódico The Telegraph que los padres de Amy adelantaron este esperado contenido. Las anécdotas comienzan desde el mismo nacimiento de Amy, que llegó al mundo cuatro días después de lo calculado. Sus padres confiesan que bromearon durante toda su vida sobre su necesidad de llegar tarde incluso al mismo mundo, pero ya desde sus primeros años, era evidente que a la pequeña le encantaba ser el centro de atención.

“Amy llegó al mundo el 14 de septiembre de 1983. Llegó cuatro días tarde y siempre bromeábamos diciendo que Amy llegaba tarde a todo, incluso a su propio nacimiento. Desde el momento en que la trajimos a casa del hospital, Amy fue un verdadero individuo. Podía ser adorable y encantadora, pero si no estaba contenta todo el mundo lo sabía. ‘Amy, silencio’ era probablemente la frase más oída en nuestra casa. Tanto si estaba contenta como triste, a Amy le encantaba ser el centro de atención”.

No pasó mucho tiempo para que la cantautora comenzara a llenar de garabatos decenas de cuadernos con ideas abstractas de lo que más temprano que tarde serían los esbozos de un artista en desarrollo. Según Mitch y Janis, Amy se la pasaba llenando estos cuadernos hasta altas horas de la madrugada, y en los años siguientes, llevaría sus cuadernos a todas partes con la intención de plasmar el mundo a través de sus ojos.

En palabras de sus padres, Amy era un personaje muy dual en su infancia: de pasar los días corriendo, bailando, gritando y extraviándose, también podía llegar a ser una niña muy ensimismada; eran estos momentos los que aprovechaba para escribir en sus cuadernos. Este proceso creativo era sumamente íntimo, por lo que era un misterio para Mitch y Janis lo que se escribía en los cuadernos, pero en cada momento especial, como un cumpleaños, días de las madres, etc, era una perfecta excusa para sacar a la luz un poema que mostraba el enorme talento de la joven.

Llegarían los días de escuela, durante los que Amy no se cansaba de narrar en sus cuadernos lo mucho que se aburría. “Los profesores nos decían que era brillante y capaz, pero siempre había un ‘pero’. Pero… no podía estarse quieta o se portaba mal en clase. En cambio, Amy devoraba películas, musicales, novelas, poesía y música”, aseguran sus padres.

Las notas de Amy no se limitaban a sus pensamientos más profundos; también hacía un largo vistazo a las personas que veía en la calle, en las revistas y en la televisión. Pegaba recortes de estas personas que le llamaban la atención y hacía comentarios acerca de su apariencia. En este proceso, muchas de sus observaciones terminaban plasmadas en su música.

Mitch recuerda muchas discusiones con su hija, donde entre gritos, ella lo interrumpía, iba por su cuaderno e inmortalizaba sus palabras. De hecho, esa fue la forma en que nació una delas canciones más importantes de Amy: Rehab.

Rehab fue escrita tras una conversación con Mitch, probablemente garabateada en un cuaderno. Había llegado a su casa con sus entonces managers, que estaban preocupados por su forma de beber y querían llevarla a un tratamiento profesional. No quiero ir, papá. No tengo 90 días”, le dijo a Mitch. Varios años después, esa conversación se filtró a través de la lente creativa de Amy, se troceó y se reorganizó para convertirse en un éxito número uno”, asegura su madre Janis.

In Her Words también plasma la forma en que Amy, ya como una artista consagrada, trabajaba en su música. Cualquier situación diaria era suficiente para convertirla en canción, pero también era muy sencillo para ella despegarse de su propio trabajo. Después del enorme éxito que fue el álbum Back to BlackAmy ya ni siquiera tenía copias del disco en su casa, y comenzó a trabajar en nuevas propuestas.

Tanto en el estudio como en la vida misma, Amy se manejaba de esa forma, y la canción Take the box de su álbum Frank es un ejemplo de ello.

“Antes de escribirla (Take the box) , había roto con su novio Chris y le había pedido a Janis que la llevara a su piso. En su regazo había una pequeña caja con las pertenencias de Chris y los regalos que le había hecho. Janis esperó fuera mientras Amy desaparecía unos minutos para dejarla. ‘Vale, mamá. Vámonos’, anunció mientras volvía a sentarse en el asiento del copiloto. Nunca volvió a mencionar a Chris. Cuando escribió y grabó esa canción, era su forma de decir: ‘He terminado con él. He pasado página’.

Lamentablemente, la salud física y mental de Amy no le permitió continuar con su carrera. Nunca logró volver a completar un álbum y el escenario se volvió una prisión más que un lugar donde podía ser ella misma. Con dolor, sus padres finalizan este breve vistazo a In Her Words con un pasaje escrito por Amy: “Sobre todo tengo el sueño de ser muy famosa, de trabajar en el escenario. Es una ambición de toda la vida. Quiero que la gente escuche mi voz y olvide sus problemas durante cinco minutos… Quiero que me recuerden por ser… simplemente yo”.

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