La relación de Julia Roberts con los derechos civiles va más allá de su historia con Martin Luther King Jr.

Julia Roberts

CNN — La historia de que Martin Luther King Jr. y su esposa Coretta Scott King cubrieron los gastos del hospital para el nacimiento de Julia Roberts ha sido una revelación para muchos, pero fue apenas el comienzo de una conexión entre la actriz y las causas sociales.

La estrella de «Ticket to Paradise» lleva mucho tiempo utilizando su plataforma para defender la labor filantrópica y dar voz a los derechos de la gente de color.

En 2020, Roberts compartió una publicación viral en su cuenta verificada de Instagram denunciando el «privilegio como persona blanca» de hacer las cosas por las que la gente negra ha entrado en conflicto con las autoridades, incluyendo la observación de pájaros, poner música a todo volumen y o tener un teléfono celular.

 Julia Roberts

Esto no debería sorprender a quienes conocen la historia de la amistad de sus padres con la familia King.

En una entrevista de CNN de 2002 se reportó que Walter y Betty Roberts dirigían un taller de escritura y de actores, en el que estaban inscritos los niños King.

El suyo era el único grupo de teatro infantil integrado de Atlanta durante la década de 1960.

«El Sr. Roberts era muy imponente. Me encantaba, pero también me intimidaba un poco», dijo Yolanda King a CNN. «Y me enseñó tanto, él y la señora Roberts, sobre el trabajo y simplemente sobre vivir y ser realmente abierto, tomar la vida y sacar lo mejor de ella».

Según la biógrafa Joyce Wagner, el taller tuvo dificultades y acabó cerrando.

Pero su hija siguió desarrollando su pasión por la actuación y por hablar en favor de la justicia.

Eso no siempre le ha ido bien.

En el momento en que recién alcanzó el estatus de superestrella en 1990, gracias a la exitosa película «Pretty Woman», la oriunda de Smyrna, Georgia enfureció a los habitantes de Abbeville, Carolina del Sur por referirse supuestamente al pueblo como «horriblemente racista» y un «infierno».

Según un artículo publicado en agosto de 1990 por el diario Los Angeles Times, Roberts había estado en la zona para rodar la película «Sleeping With the Enemy» y relató a la revista Rolling Stone un incidente en el que, según dijo, a su amiga, que era negra, se le negó el servicio en un restaurante de Abbeville.

Los residentes se unieron para publicar un anuncio en Variety con el título «¿Mujer bonita? Más bien, vulgar».

«¿Hay racistas aquí?», decía el anuncio. «Quizá algunos, como los hay en todo el mundo. Pero no nos definen».

Roberts emitió entonces un comunicado en el que decía: «Nací en el Sur, así que de ninguna manera estoy tratando de crear un estereotipo».

 

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