Dos semanas después de que Natalia Jiménez confirmara en su cuenta oficial de Instagram que se encontraba en proceso de separación de su ahora ex esposo Daniel Trueba, con quien procreó a su hija única, la pequeña Alessandra de cuatro años, ahora la cantante solista y ex vocalista de La quinta estación vuelve a posicionarse en medio de la polémica.

Y es que la cantante española explicó hace días a través de un mensaje que se separaba de su esposo después de meditar la situación y tras cinco años de matrimonio: “Para evitar y reducir cualquier tipo de especulación, he decidido hacerles frente a los rumores y confirmar mi proceso de separación matrimonial del señor Daniel Trueba. Efectivamente, desde hace varios meses había tomado esta determinación, pero creí conveniente anunciarlo cuando todo se acomodara de forma óptima para nuestra hija”, comunicó.

La cantante de temas como El sol no regresa y Quédate con ella, aseguró que la convivencia entre ella y Trueba había terminado tiempo atrás, y en abril de 2020 presentó una demanda de divorcio en el tribunal de familia de Miami, Florida. Aunque en un inicio parecía que el proceso de separación sería pacífico y con disposiciones equitativas, ahora surgen detalles que complican la situación.

Y es que Natalia pretende establecer un plan parental con un horario compartido de visitas para su hija, luego de que no se pusiera de acuerdo con Trueba para llevar la custodia de Alessandra, además solicitó el permiso para poder viajar junto a la niña durante sus giras, y contribuir a partes iguales en los gastos de manutención, pues se rehusó a proveer una pensión alimenticia a Daniel, quien hasta hace poco se desempeñaba como manager de la cantante de 39 años.

Con este antecedente, el programa Ventaneando presentó parte de la contrademanda de divorcio en la que Trueba mostró su desacuerdo a las peticiones de Natalia, y la acusó de padecer un trastorno psicológico, de automedicarse y de abusar del alcohol y la marihuana.

El aún esposo de la cantante declaró que Natalia tuvo varios ataques de bipolaridad en el pasado, y que sus futuras giras musicales provocarían que éste tuviera menos tiempo para ver a la niña, además de asegurar que en 2020 Natalia pasó un 70% del tiempo fuera de su casa.

Según el expediente, Daniel declaró que desde que la cantante le solicitó el divorcio, ambos han tenido fricciones frente a la menor, además señaló que Natalia no es una persona estable emocionalmente. Trueba resaltó que el trabajo de la compositora arriesgaría la salud de su hija, pues en plena pandemia de coronavirus, sus constantes viajes España-México serían inseguros para la pequeña.

Dijo también que durante su relación con Jiménez él se mantuvo a cargo de la niña para que la artista se dedicara al 100% a su carrera musical. Una vez roto el vínculo laboral y familiar, el ex productor se quedó sin ingresos y sin seguro de vida.

En la demanda de divorcio se documentan las acusaciones de Natalia y Daniel, quienes de acuerdo al programa Primer Impacto han presentado más de 200 documentos en donde ambos se acusan de consumir y abusar de drogas, alcohol y calmantes, motivo por el cual la jueza a cargo del caso solicitó una prueba de dopaje y evaluaciones psicológicas para ambos.

Natalia y Daniel se casaron en diciembre 2015 en una celebración que coincidió en el cumpleaños de la compositora; en 2016 se convirtieron en padres. Para ese entonces Trueba y la vocalista ya llevaban siete años de relación, pues fue en 2009 cuando iniciaron su romance.

Por estos motivos, Daniel solicitó la custodia exclusiva de la niña y pidió que las futuras visitas de Natalia a Alessandra estén supervisadas por la corte, debido a la presunta inestabilidad de la intérprete. Además, el aún esposo de la artista le hizo saber a la corte que no cuenta con la solvencia económica para solventar los gastos de manutención de la menor, ya que se encuentra desempleado y relató que cuando se casó con Natalia abandonó su profesión como productor de televisipara dedicarse a ser el manager de la artista sin recibir remuneración.