John Travolta: "Si no me arriesgo, no estoy cómodo"

Arte Y Medio

John Travolta tiene 64 años, pero sigue pensando en reinventarse, en arriesgarse cada vez que emprende un nuevo trabajo. "Si no me arriesgo, no estoy cómodo", aseguró hoy el actor estadounidense en la clase magistral en la que repasó su carrera en el Festival de Cannes. 

El actor, que dejó de ser un desconocido gracias al blockbuster "Saturday Night Fever" (1977), saltó a la fama mundial con "Grease", un musical del que ahora se cumplen 40 años y que esta noche se proyecta en el cine al aire libre en la playa de Cannes. 

El artista explicó que hacer "Grease" era un gran desafío, ya que suponía llevar el musical más exitoso de Broadway al cine, pero se convirtió en un fenómeno. "Es una película atemporal", gusta a todas las generaciones, insistió el actor, que contó además que esa película fue determinante para que Benicio del Toro se hiciese actor.

Travolta compartió cartel con él en "Savages" y el actor de origen puertorriqueño le confesó que cuando tenía 12 años la vio 14 veces. "Tú eres la razón por la que soy actor", le dijo Del Toro, según reveló Travolta, quien comentó que siendo Del Toro un tipo de presencia tan imponente, uno nunca se imaginaría que "Grease" pudo ser la razón por la que se convirtió en actor. 

El actor, que estaba acompañado en la sala por su esposa, Kelly Preston, y su hermana Ellen, aseguró que fue precisamente ver a su hermana sobre el escenario lo que le impulsó a él a seguir sus pasos.

"No estaría aquí si no fuera por ella", insistió el artista, que la noche del martes estrenó en el marco del festival su última película "Gotty", el biopic sobre el capo del crimen organizado que él produce y que dirige Kevin Connolly. 

Travolta explicó que jamás juzga a sus personajes. "No tengo nada que ver con él, a excepción de que le gusta la buena ropa como a mí y que quiere a su familia. No tengo que estar de acuerdo con él, pero creo que lo puedo retratar bien, porque tengo bastante información para construir el personaje", dijo. 

"Cuando eres un actor, uno se hace sus propias reglas. A mí no me tiene que gustar el personaje ni tengo que estar de acuedo con él, yo solo lo tengo que representar", insistió.

Travolta vivió en Cannes uno de los momentos determinantes de su carrera cuando "Pulp Fiction", de Quentin Tarantino, se llevó la Palma de Oro. 

Nunca pensaron que una película de autor fuese a tener la dimensión que acabó teniendo la cinta que elevó a Tarantino a la categoría de maestro. "Quentin siempre me vio como un actor impredecible y me dijo que si hubiese querido algo predecible, habría elegido a otro actor".

La consecuencia directa del éxito de aquella película es que le dio "tickets directos" para trabajar con los directores que quería y elegir sus papeles. "Me dio 20 años de poder elegir", añadió.

El artista está convencido de que todos los grandes directores tienen algo en común: confían en el actor que han elegido. 

Y al respecto sigue el consejo que Marlon Brando le dio cinco años antes de morir: "Nunca trabajes con un director que no esté loco por trabajar contigo."

Esa es la razón por la que sigue queriendo reinventarse, hacer personajes que no ha hecho antes y trabajar con directores noveles. "Son más apasionados que los que ya están establecidos y nunca sabes si hay un Tarantino escondido".

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