La música dominicana ha perdido a una de sus voces más emblemáticas: Rubby Pérez, conocido como «la voz más alta del merengue». Su fallecimiento durante un concierto en la discoteca Jet Set ha dejado un vacío imposible de llenar en el género musical que tanto amó.
Rubby Pérez nació el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina. Su carrera artística se inició tras un accidente automovilístico que truncó su sueño de ser beisbolista. Sin embargo, encontró su verdadera pasión en la música, estudiando en el Conservatorio Nacional de Santo Domingo y destacándose en agrupaciones como Los Hijos del Rey y la orquesta de Wilfrido Vargas.
Con Wilfrido Vargas, popularizó éxitos como «El Africano» y «Volveré», que se convirtieron en himnos del merengue. Como solista, su discografía incluye álbumes icónicos como Buscando Tus Besos (1987), con temas como «Dame Veneno» y «Enamorado de Ella». Su legado musical también se refleja en canciones inolvidables como «Sobreviviré», «Tú Vas a Volar», «Hipocresía» y «El Perro Ajeno».
Los Merengues Eternos de Rubby Pérez
«Volveré» y «El Perro Ajeno» son dos de sus canciones más emblemáticas. «Volveré» es un himno romántico que ha cautivado a generaciones con su melodía y letra apasionada, mientras que «El Perro Ajeno» es un tema que fusiona el merengue tradicional con ritmos modernos, demostrando la versatilidad de Rubby Pérez.
Su música ha trascendido fronteras, llevándolo a escenarios internacionales y consolidándolo como uno de los grandes exponentes del merengue. Rubby Pérez no solo fue un ícono musical, sino también un artista comprometido con su comunidad. Su legado perdurará en cada nota y en cada corazón que vibró con su música. Que en paz descanse la eterna voz del merengue.
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