EFE – Miguel Bosé regresó a escena en 2023 con intención de quedarse, en un ejercicio de regeneración que se ha plasmado en un documental, una serie y su participación en un programa musical, además del anuncio de un nuevo disco para 2024, una gira y un musical.
Una exposición a la que contribuyeron entrevistas y ruedas de prensa, a lo que se añade el inquietante asalto y robo en su casa de Ciudad de México que sufrió junto a sus hijos el pasado mes de agosto, acontecimientos que hicieron de él uno de los personajes del año.
Quizá todo ello contribuyó a que su música haya sido escuchada por 35 millones de personas en la plataforma Spotify, sobre todo en países como México, Chile, España, Estados Unidos y Colombia.
Miguel Bosé (Panamá, 1956) regresó a partir de un ejercicio de reconstrucción, tal como se presenta en el documental ‘Bosé, renacido’, en el que con media sonrisa, su imagen aparece con la mano en el corazón sobre calificativos como único, soberbio, diferente, atractivo, víctima, sabio, loco o provocador.
Precisamente, ese último adjetivo es el que le definía en los últimos años por encima del de artista, músico o actor, algo provocado por su oposición a las vacunas y a los protocolos sanitarios contra la Covid-19, que le hicieron objetivo de críticas.
A ello se unió su desaparición de los escenarios debido al parón obligado por una afección en las cuerdas vocales que le dejó sin voz -aún continúa recuperándose-.
Y la batalla judicial con su expareja Nacho Palau, que volvió a poner a Bosé en el ojo del huracán. Palau, además de descubrir la relación que mantuvieron durante dos décadas, puso una demanda -que perdió ante los tribunales- para que ambos fueran declarados padres de los cuatro hijos que tuvieron por gestación subrogada mientras eran pareja.
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