BBC – Estados Unidos celebra el legado de Martin Luther King Jr. con un día de asueto cada tercer lunes de enero
Los expertos dicen que su lucha contra la pobreza y la desigualdad sigue siendo tan relevante hoy como lo fue durante el movimiento por los derechos civiles de Estados Unidos hace décadas.
Aún hoy existen muchos datos de uno de los hombres más importantes del siglo XX que no son tan conocidos como que al nacer -el 15 de enero de 1929- recibió el nombre de su padre, Michael King.
Pero seis años después, el padre de King visitó Alemania, en donde supo de la vida de Martín Lutero, el líder de la reforma protestante. Se dijo luego que estaba tan inspirado que regresó a casa y cambió oficialmente su nombre y el de su hijo mayor a Martin Luther King.
King tenía apenas 39 años cuando fue asesinado el 4 de abril de 1968. Habían intentado asesinarlo antes. Y luego asesinarían a su madre.
Pasó menos de 13 años haciendo campaña por los derechos civiles y la igualdad racial, en los cuales fue arrestado 30 veces, en gran parte por delitos menores y también por liderar las protestas.
Pero según el King Center, en ese corto período de tiempo pudo lograr más progreso hacia la igualdad racial en los Estados Unidos que en los 350 años anteriores.
Tras ser arrestado en octubre de 1960 después de una sentada en una tienda departamental en Atlanta estuvo recluido en la prisión estatal de Georgia.
Desde ahí le escribió a su esposa, Coretta, diciéndole que esperaba que «el sufrimiento excesivo que ahora está llegando a nuestra familia sirva de alguna manera para hacer de Atlanta una ciudad mejor, Georgia un estado mejor y Estados Unidos un país mejor».
Estos son algunos datos de su vida y de su lucha que quizás no conocías.
Era 1963 y el líder afroestadounidense se encontraba dando un discurso cuando la cantante de gospel Mahalia Jackson gritó: «¡Cuéntales sobre el sueño, Martin!»
Eso llevó a King a retomar un sermón que había pronunciado antes, donde describió un Sueño Americano que era igualitario y accesible para todos los ciudadanos.
«Tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por su carácter. Hoy tengo un sueño», dijo King.
El momento icónico más tarde se conocería como el discurso «I have a dream» (Tengo un sueño).
Su sueño de igualdad es esencialmente estadounidense, dijo Lerone Martin, director del Instituto de Investigación y Educación Martin Luther King Jr. de la Universidad de Stanford.
«A pesar de todo el menosprecio que soportó, King hizo un trabajo maravilloso al tratar constantemente de mostrar cómo sus esfuerzos estaban en línea con los ideales estadounidenses».
En septiembre de 1958, una mujer con problemas mentales se acercó a King mientras firmaba ejemplares de su último libro, Stride Toward Freedom (Hacia la libertad), en Nueva York.
La mujer quiso comprobar que efectivamente era King y luego intentó apuñalarlo con un cuchillo.
Durante su internación, los médicos dijeron que estaba «a un estornudo de la muerte», porque el arma se enterró muy cerca de su aorta, según el Instituto King.
Después de enterarse de que la mujer padecía una enfermedad mental, King dijo: «No guardo rencor hacia ella» y, en cambio, pidió que recibiera tratamiento mental.
El 30 de junio de 1974, seis años después del asesinato de King, un hombre de 23 años mató a tiros a su madre, Alberta Williams King, mientras ella tocaba el órgano durante un servicio en la Iglesia Bautista Ebenezer.
El atacante fue declarado culpable y sentenciado a muerte, pero luego fue condenado nuevamente a cadena perpetua en parte debido a la oposición de la familia King a la pena de muerte.
A lo largo de su vida, King escribió cinco libros y publicó numerosas colecciones de sus cartas y sermones.
Su libro de 1964, llamado Why we can‘t wait (Por qué no podemos esperar), narra los acontecimientos que llevaron a la histórica campaña de Birmingham, Alabama, para poner fin a la segregación.
Su «I have a dream» marcó un momento decisivo en el movimiento por los derechos civiles
Pero su condición de líder social y pensador no lo hizo ajeno a otros fenónomenos de su tiempo como la ciencia ficción y los éxitos televisivos.
Nichelle Nichols, la actriz conocida por el papel de la teniente Nyota Ohura en Star Trek, fue presentada una vez a alguien que decía ser «su mayor admirador»: el Dr. Martin Luther King, Jr.
Cuando le informó a King que planeaba dejar el programa, King insistió en que no podía abandonar aquel icónico papel.
«Por primera vez en la televisión seremos vistos como debemos ser vistos todos los días, como personas inteligentes, de calidad, hermosas… que pueden ir al espacio», le dijo el líder, según Nichols.
«Me quedé allí reflexionando que cada palabra que decía era la verdad. En ese momento, el mundo cambió para mí».
Ella continuaría en el papel durante años.
En una entrevista con la periodista Gayle King que recientemente se volvió viral , la actriz Julia Roberts confirmó un dato poco conocido sobre el día en que nació.
«La familia King pagó mis facturas del hospital», dijo, y agregó que las familias Roberts y King se hicieron cercanas porque sus padres recibieron a los hijos de King en su escuela de actuación de Atlanta.
La actriz recordó que Coretta Scott King, la mujer de Martin Luther King, llamó a su madre, Betty Lou Bredemus, para saber si los hijos de la pareja podían ir a la academia porque habían tenido problemas para encontrarles un lugar donde pudieran estudiar actuación.
La periodista, que tiene el mismo apellido pero no es familiar del defensor de los derechos civiles, recordó en la entrevista que en la década del 60 era díficil que uno viera chicos de familias negras estudiando con hijos de familias blancas.
Más tarde, cuando nació Julia y su familia no podía pagar las facturas del hospital, King y Coretta «nos ayudaron a salir de un aprieto», explicó la actriz.
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