AP — Raphael “El Divo de Linares” considera que tiene algo en común con su padre, quien se dedicaba a la construcción.
“Soy un constructor de cosas, sobre todo de ilusiones, delante del público”, dijo el astro español en una entrevista reciente por viodeollamada desde Miami a propósito del estreno de su bioserie documental “Raphaelismo”, que debuta el jueves en el servicio de streaming ViX+.
En la serie, dirigida por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, entrevistados como Alaska, Andrés Calamaro, Carlos Rivera y Enrique Bunbury, así como colaboradores cercanos y familiares de Raphael ayudan a crear un mosaico de este artista que cumple 60 años de trayectoria ininterrumpida.
“Todavía aguanto”, afirmó con modestia Raphael, quien se presentará este fin de semana en un par de conciertos en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México como parte de su Tour 6.0 que también lo llevará a Guadalajara y Monterrey.
Una noche antes de la entrevista, Raphael recibió el Premio Billboard Trayectoria Artística en la gala de los Premios Billboard de la Música Latina, en la que interpretó un popurrí de sus grandes éxitos acompañado de la banda CNCO y el cantante español Pablo López, además de estrenar su tema “De tanta gente”.
“¡Fue una gran noche!”, resaltó parafraseando su emblemática canción “Mi gran noche”. “La canción es preciosa… Quiere decir más o menos que soy de tanta gente, de todos los partidos”, agregó sobre “De tanta gente”.
Durante la charla Raphael se dejó hablar de tú, algo que refleja las palabras que dedica al público al comienzo de la bioserie: “Para mí el pasado no existe, pero creo que ha llegado el momento de mirar a los ojos al que fui”.
“Creo que tocaba, porque hay cosas que haces en la vida, que en otro momento no es su tiempo, y yo sentí que era el momento, si lo iba a hacer ese era el momento”, elaboró sobre aquello que lo impulsó a repasar esos años en sus propias palabras y apoyado de las personas que más lo han conocido.
Al reencontrarse con el Raphael del pasado, que hizo mundialmente famosos temas como “Yo soy aquel”, “Como yo te amo” y “Cuando tú no estás”, algo de lo que más le sorprendió fue la decisión, el impulso que lo llevó de ser un asistente de sastre a presentarse con gran éxito en el Teatro Olympia de París, el Carnegie Hall de Nueva York y el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
“Yo no dudo nunca jamás, o poco, soy una persona que toma una decisión y la lleva a cabo, a lo mejor no lo consigue en seis meses o en un año, pero termina consiguiéndolo”, apuntó Raphael.
La constancia y el trabajo duro, así como su admiración por Édith Piaf quedan de manifiesto en el documental. Para Raphael, su interés por la gran cantante francesa, siendo él un intérprete masculino, no es nada raro.
“Yo encuentro logiquísimo que a un hombre le tire más una mujer, en este caso cantante”, señaló.
“Piaf era única en todo, era una personalidad tan fuerte en el escenario, yo no he visto jamás una artista tan de verdad. Porque tampoco hay que hacer demasiados gestos para ser un artista de verdad, entre más te contienes más artista eres, y Piaf era maestra en eso”, agregó.
Raphael había sido contratado para acompañar a Piaf en Valencia, pero la diva murió un mes antes de que se conocieran. Su debut en México, en el legendario centro nocturno El Patio, también se vio marcado por Piaf, pues la cantante francesa se había presentado años antes en él.
“O sea que la historia de Piaf conmigo ha sido como una persecución en el tiempo, hasta que compartimos el escenario de El Patio”, dijo Raphael.
Con honestidad, el músico y actor, nacido en Jaén el 5 de mayo de 1943 y cuyo nombre verdadero es Miguel Rafael Martos Sánchez, muestra de igual manera los momentos complicados de su carrera, sobre todo después de una temporada de conciertos en Las Vegas a donde había viajado con su madre.
“Fueron muy doloroso porque yo me empeñé en que mi madre me acompañara y no podía haber elegido peor lugar que llevar a una señora que su hijo es artista, que va a estar todo el día cantando y no se van a ver más que a la hora de irse a dormir”, dijo.
Su madre estuvo encerrada los meses de la temporada de Raphael en Las Vegas, lo que el cantante calificó como un “martirio” para ambos.
“Enfermé de la cabeza y de ahí de Las Vegas, de todo ese trauma que yo llevaba, fui a Washington a cantar y me desmayé en el escenario, de la presión que yo llevaba, no es una ciudad que sea apetecible artísticamente hablando, para juerga y cachondeo sí, pero para un artista en serio no”, sentenció.
Algo que queda claro es que Raphael, de interpretaciones teatrales y voz potente, siempre ha estado adelantado a su tiempo y es un pionero de la cultura queer, en la que los hombres se pueden dejar ser un poco más femeninos y al mismo tiempo tener familia y esposa como la periodista Natalia Figueroa con la que lleva casado desde 1972 y tuvo a sus hijos Jacobo, Alejandra y Manuel. ¿Cómo lo hizo, cómo lo vivió?
“Quizás dándole normalidad a todo”, respondió. “Aunque puedo tener fama de estridente cantando, soy la persona más normal que te puedes cruzar por la calle”.
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