El México con el que se encontró Salma Hayek cuando produjo la película Frida en 2002 ha cambiado para bien en términos de apertura de género en la industria cinematográfica.
La ahora productora de Monarca, serie que distribuirá Netflix a partir del 13 de septiembre, declaró en conferencia de prensa que en el pasado se encontró con varias trabas para realizar su película, a pesar de ser una actriz con gran trayectoria.
"Yo sí tuve unas experiencias donde traté de hacer cosas en México y sí sentía aún que, aunque yo ya tenía una carrera importante fuera de México, había cierto machismo tratando de levantar una película en México como mujer y como productora. Y claro que el país ha avanzado muchísimo porque sentí una gran diferencia esta vez que venimos", comentó la también actriz.
Sin embargo, para Hayek, quien apareció en al revista Vogue de septiembre editada por Meghan Markle, aún hay cosas en México que se pueden corregir. Para ella la violencia es un tema importante ya que a diario ocurren acontecimientos lamentables que le preocupan.
Uno de ellos fue el atentado al bar Caballo Blanco en Coatzacoalcos en el que murieron 31 personas. La productora realizó una publicación en su cuenta de Instagram en donde lamentó lo ocurrido a la ciudad en donde nació. "Desgraciadamente esta es un más de las innumerables desgracias que pasan a diario en México. Esperamos que las autoridades cumplan su promesa de parar la violencia", escribió.
Este no es el único evento que mortifica a la actriz. Sin embargo, decide mantenerse al margen. "Todo me preocupa. Pero si yo lo pongo no van a hacer nada por un post de Instagram aquí en México, pero se va a enterar el resto del mundo. No es que no ponga más de lo que pasa en las redes sociales porque me interesa menos, sino porque es mi manera de protegerlo", declaró.
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