El estreno de “Dragon Ball Super: Broly”, producción distribuida por 20th Century Fox que estrena hoy en República Dominicana, trae una experiencia cinematográfica peculiar cuya apreciación será dictada por cómo sea la relación del espectador con la popular franquicia de animé.
Para los fanáticos de este universo, el primer filme de esta saga que lleva el subtítulo de “Super”, y el número 20 en llevar una variación de Dragon Ball a la pantalla grande durante las últimas tres décadas, les da material para generar. El primero de estos podría ser cuál es la mejor versión de este filme, dado que el estudio lo exhibirá en las salas del país en la versión original en japonés con subtítulos en español, la versión doblada en inglés y la versión doblada en español.
Aunque resulta mucho más probable que los debates estén ligados a cuán épica es la batalla climática entre Gokú y Broly, comparaciones de esta versión de ese personaje titular con las versiones anteriores que no forman parte del canon y un análisis detallado de si la sección de la película que busca desarrollar elementos esenciales de la mitología le hace justicia a la serie.
Para aquellos que nunca habían escuchado lo que es un saiyajin, se toparán con 100 minutos de entretenimiento fracturado e hiperactivo que mezcla elementos básicos del animé con códigos de ofertas comerciales de fantasía, artes marciales y aventuras de superhéroes. Aunque el filme se las ingenia para que aquellos que no sepan nada de las encarnaciones previas puedan seguir la narrativa, el libreto de la película sigue estando incompleto. La primera parte es todo precuela y la segunda es todo clímax.
La primera sección del filme da un brinco de cuatro décadas y lleva al público al planeta de los saiyajin, una raza de guerreros que han sido esclavizados por un ser maligno llamado Freezer. Esta sección desarrolla los inicios de los personajes de Gokú, quien gracias a su padre escapa a la Tierra antes del final trágico de su planeta de origen, y los esfuerzos del padre de Broly para reclamar venganza porque su hijo haya sido desterrado a otro planeta por ser más poderoso que el heredero de la dinamita de los saiyajin. Luego de esto, el filme brinca al presente en una narrativa que le dedica casi todo su tiempo a una batalla campal entre Gokú, Broly y Vegeta.
Independientemente de cuán empapado este en los detalles de esta saga, lo que limita el entretenimiento del filme es el que el libreto esté truncado para darle la mayor cantidad de tiempo en pantalla a ese combateReve. Es probable que aquellos que se quejan del ruido cinematográfico que genera Michael Bay en las películas de “Transformers” y Zack Snyder en sus ofertas de superhéroes no queden impresionados. De la misma forma, resulta casi imposible pensar que haya un fanático de esta serie que se queje o clasifique esto como una falla.
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